jueves, 28 de mayo de 2015

Ni señora, ni señorita



La humana se eriza cuando le dicen “señora”. Pero tampoco prefiere que le digan “señorita”.

Actualmente esas dos palabras se usan para distinguir a una mujer casada de una soltera. Como ella dice “¿A quién le importa mi estado civil?". Si vives en unión libre o eres mamá soltera… ¿entonces eres “seño”?

A los hombres siempre se les dice “señor”, sean solteros o casados, viudos o divorciados, en unión libre o papás solteros. Nunca hemos escuchado que les digan “señorito”, tal vez “joven”.

Ustedes los humanos tienen la característica de etiquetar a las personas. Nosotros los gatos somos GATOS, a secas. No nos etiquetan si estamos esterilizados, si andamos con la hormona desatada, o si ya trajimos al mundo a doscientos gatitos. Si fuera así, yo sería Srito. Pillo, y mi hermana, Srita. Moma.  

 
 
 

Según la RAE:

señor, ra.

(Del lat. senĭor, -ōris).

  • adj. Que es dueño de algo; que tiene dominio y propiedad en ello. U. m. c. s.
  • adj. coloq. Noble, decoroso y propio de señor.
  • m. y f. Persona respetable que ya no es joven.
  • m. y f. Amo con respecto a los criados.
  • m. y f. Término de cortesía que se aplica a un hombre o a una mujer, aunque sea de igual o inferior condición.

señorito, ta.

(Del dim. de señor).

  • m. y f. Hijo de un señor o de persona de representación.
  • m. y f. coloq. Amo, con respecto a los criados.
  • m. coloq. Joven acomodado y ocioso.
  • f. Término de cortesía que se aplica a la mujer soltera.
  • f. Tratamiento de cortesía que se da a maestras de escuela, profesoras, o también a otras muchas mujeres que desempeñan algún servicio, como secretarias, empleadas de la administración o del comercio, etc.

Entonces, basándonos en estas definiciones, la humana no es ni ama, ni dueña de nada ni de nadie; sigue siendo joven, hasta que su mente así lo diga; no es ociosa, ni acomodada; tampoco soltera, ni casada. Ni secretaria, ni maestra. Ella simplemente es ella.

Ni señora, ni señorita, su nombre es Erika.

Cada quien decide cómo quiere que le digan. Si prefieres que te digan "señora", está bien. Si te ofendes cuando no te dicen "señorita", estás en tu derecho. Si quieres que te digan "señor", adelante. Si te late que te digan "señorito", también está bien. Es cuestión de gustos y costumbres.
¡Choca la pata!
 
 
 
Pillo & Moma
 

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