jueves, 25 de junio de 2015

De visita a Expo Vive Gatito


La humana tiene una muy buena amiga (Bea Tovar) con la que comparte el gusto por nosotros, los hermosos felinos. Esta humanita asistió a la Expo Vive Gatito, y nos contó su experiencia. La narra tan bien, que hasta ganas nos dieron de asistir el próximo año.
La compartimos con ustedes (con su autorización):
 
 

Expo Vive Gatito tuvo su cuarta edición en el World Trade Center Ciudad de México, el pasado 14 de junio de 2015, he de confesar que asistí por primera vez, así que acudí con la gran emoción típica de toda madre gatuna. Lamenté que la mamá humana de Pillo & Moma no pudiera ir, así que como les prometí, les relataré qué tal me fue.

                Al llegar quedé impresionada al encontrarme desde los alrededores del WTC a tanta gente, con orejas de gato, en especial mujeres jóvenes, claro, eran diademas de diferentes materiales con la singular característica felina (muchas adquiridas dentro de la expo), en ese momento comprendí que el furor gatuno apenas comenzaba.

                Ya en la sala, daba la bienvenida una muestra artística tanto de fotografías como lienzos capturando al animal al que le hacíamos honor, estos marcos estaban a la venta con precios accesibles, frente a ellos, un stand de diversas casas de adopción tanto para gatos como perros; incluso podías elegir de entre alguno de los albergues a algún animalito esperando encontrar un hogar.

                Lo que más me impresionó fue que la mayor parte de los stands iban dirigidos a los humanos amantes de los felinos, en algunos hasta para los “gatunomaniacos”: ropa de vestir, para dormir y hasta interior, todo tipo de calzado, joyería, accesorios, papelería, todo tipo de artículos decorativos para cualquier parte de un hogar ¡hasta la cocina y el baño!; cualquier cosa que pudiera tener la imagen o la figura gatuna estaba a la venta con precios varios, eso sí, todos de mucha calidad y la mayoría de manufactura mexicana. Obvio, quise comprar toda la mercancía, pero mi objetivo era encontrar algo para mis gatitas; por esto, me resultó un poco decepcionante la poca versatilidad de artículos para los reyes de la expo: los gatos, muchos productos los había visto en veterinarias, tiendas para mascotas y hasta en supermercados con precios similares; los de reconocimiento, fueron los que estaban elaborados a mano, desde lo típico y hasta muebles como camas y sofás al tamaño de la amada mascota, llamaban principalmente la atención, los famosos “rascadores” algunos de gran tamaño, con materiales diversos, pinturas no tóxicas y figuras extraordinarias; varios ofrecían al consumidor el elaborar su propia idea de rascador, con costos sumamente económicos.
 

                Al centro de la expo, el patrocinador del evento “Royal Canin”, quienes no sólo vendían producto con “descuento de expo” (otorgado también por muchos de los stands), sino que también brindaban asesoría nutricional y explicaban lúdicamente el “feng shui” de los aditamentos felinos.

                Finalmente, dos áreas con sillas: la suculenta zona de alimentos (para humanos) y la sala de conferencias, que impartían temas enfocados al cuidado de la mascota; sólo tuve oportunidad de escuchar una completa: “Tabaquismo y Felinos”, impartida por el veterinario Raúl Ocadiz, quien logró aterrar a los fumadores presentes (como yo) con los daños que ocasionamos a nuestros gatitos al fumar dentro de casa… o fuera de ella, ya que al quedarse impregnadas las sustancias tóxicas del tabaco (¿cuál no lo es?) en muebles, ropa y piel, al restregarse en estas telas o al acariciarlo, se adhieren a su pelaje y cuando se acicalan las ingieren, y si de por sí los gatos son susceptibles a enfermedades renales, digestivas y al cáncer, ¡se potencializan!. Decidido, en palabras del doctor: “hay que lavarse las manos, no por acariciar al gato, sino porque vamos a acariciar al gato… o mejor ¡dejamos de fumar!”.
 
 

                En cuanto a la gente congregante había de todo, desde las familias con niños pequeños, a quienes se podía entretener con un mural en el que podían pintar algo sobre los felinos o dejarlos jugar dentro de un laberinto a su tamaño para sentirse un gatito juguetón, como jóvenes, adultos y… ¡gatos!, algunos de razas extraordinarias como Persas (los de carita chatita), hasta unos pequeñuelos ¡de sólo 3 semanas de edad!, quienes robaron suspiros y corazones a quienes los veían pasar en manos de sus dueñas.
 
 

                Así concluyó mi primera experiencia, fue muy agradable, después de unas horas y muy cansada, salí satisfecha de la expo, no sin antes brindar un donativo y con unos juguetes hechos a mano para mis gatitas que me esperaban ansiosas en casa.
 
 
Gracias humana Bety. Ojalá podamos ir el siguiente año.
 
¡Choca la pata!
Pillo & Moma

 

lunes, 22 de junio de 2015

Trabaja para vivir, mas no vivas para trabajar


Sí, humanos, la vida es para disfrutarla. Y como dicen por ahí, “trabaja para vivir, mas no vivas para trabajar”.


Hace unos días, la humana leía un artículo sobre la adicción al trabajo, las finanzas y los ahorros, y encontró una encuesta interesante:

·         30% de los encuestados dedica al trabajo entre 50 y 55 horas a la semana.

·         29%, entre 45 y 50 horas a la semana

·         26%,  más de 55 horas (¿Y a qué hora conviven con sus gatos?)

·         15%, menos de 45 horas

 

·         42% afirmó que el trabajo no le permite convivir con amigos

·         32% dice que no puede ver a sus hijos

·         26% comenta que el trabajo le ha ocasionado problemas con su pareja

 

·         60% dice que ha sufrido estrés por trabajo

·         12% ha tenido algún desgaste físico y psicológico

·         11% ha sentido depresión

·         9% ha perdido el apetito

·         8% está erizado… bueno, irritable
 
¿En cuál están ustedes?

Fuente: trabajando.com

Esto quiere decir que muchos humanos mexicanos son adictos al trabajo. Nosotros nos preguntamos ¿y de qué les sirve? Claro que tienen que trabajar, si no, ¿quién alimenta al gato (o perro)?, sin embargo, los excesos son malos. Recuerden que a la tumba se van sin nada, hasta sin trabajo.

Su problema, humanos, es que trabajan y trabajan como hormigas, pero no administran lo que ganan, gastan lo que no tienen y no conocen la palabra AHORRAR. Cuando se arruguen y ya no puedan trabajar, ¿quién los va a mantener? No nos miren a nosotros.
 
 

¿Sabían que el 43% de los humanos mexicanos gasta más de lo que gana? Y luego piden prestado, y después no pueden pagar, y más tarde aparecen en el buró de crédito.

Sepan también que el 39% de la población en México utiliza su ahorro formal para emergencias o imprevistos. Sí, los bienes son para remediar los males, pero dejen el “guardadito” para vivir bien.

 

Aquí unos tips bigotones para no vivir ahorcados:

1.       Cuando llegue la quincena recuerden el esfuerzo que les costó ganar ese dinero. No lo despilfarren el fin de semana. Valoren su trabajo.

 

2.       Eviten pedir préstamos para productos que no necesitan.

3.       Recuerden que el cajero automático no regala dinero, es el fruto de su trabajo diario, no lo tiren por el caño.

 

4.       Ganen lo que ganen, siempre aparten un pedacito para meterlo al banco, o al cochinito, si así lo desean. Siempre se puede.

5.       Hay muchas formas de ahorrar, ya sea en el banco, la alcancía o la dichosa “tanda”. Pero ésta última nos causa conflicto, pues le dan su dinero a otra persona para que lo guarde y después de varios números les dan “su ahorro”. Esto quiere decir que confían más en otra persona que en si mismos. ¿Y si el que organiza la tanda desaparece? ¿ Y si este mismo personaje tuvo un problema de salud y decidió tomar lo de la tanda? ¿Y si les tocó el último número? En pocas palabras, jinetean su dinero. Háganse responsables de su ahorro, ¡sí pueden!

6.       Si usan tarjetas de crédito, deben estar conscientes de que es una GRAN RESPONSABILIDAD. Chequen siempre la fecha de corte. No paguen el mínimo, paguen todo lo que deben al mes. Eviten pagar intereses, de lo contrario, el banco se enriquece con ustedes. ¿Quieren regalar su dinero? Creemos que no.

 

7.       Lo que ahorren hoy, lo verán reflejado en unos años, y se sentirán orgullosos (as) de ustedes. Podrán vivir como quieran: sin estrés, sin preocupaciones, sin deudas. El ahorro no es únicamente para el retiro. Pueden fijarse una meta, tal vez comprar un carro, unos zapatos, el último videojuego, unas ricas vacaciones, y quincenalmente echar unos pesos a la alcancía. No se vale robarle al cochinito. Lo que entra en esa alcancía, sale hasta que logren la meta.



8.       Antes de comprar algo, pregúntense si realmente lo necesitan o sólo es un capricho.

9.       Hagan una limpia en su casa, y no precisamente con huevos y hierbas. Saquen lo que ya no usan (y que esté en buen estado) y véndanlo. Todos tenemos alma de comerciante, es cuestión de que se decidan.

10.   Registren sus gastos.

¡Choca la pata!

Pillo & Moma

martes, 9 de junio de 2015

Ir al súper, toda una experiencia (contada por dos gatos)


Para algunos, ir al súper es como una terapia relajante, para otros, todo lo contrario.
Seguro se identificarán con algo… Al menos a nuestros humanos les ha pasado.

·         La elección del carrito es todo un tema. A nuestro humano no le importa, pero a la humana, sí. Encontrar uno bueno es como elegir jitomates, o están duros o muy aguados. O tienen una llantita trabada, y tienes que esforzarte para empujarlo, o están llenos de basura, o embarrados de algún líquido rosa espeso de dudosa procedencia (yogurt), o tienen una tendencia a irse hacia un lado. Sea como sea, siempre tiene un defecto, y acabas peleándote con él todo el trayecto de compras… o se lo cambias a alguien… ¡Ah, no! Eso no se hace, humana mala… ¿O sí?
 
 

·         Haces tus compras, vas llenando tu carrito, lo estacionas para abrir el refrigerador y sacar un paquete de elotes amarillos, volteas para dejar el producto dentro del carrito y ¡oh sorpresa! ¡se lo han robado! Sí, humanos, en el súper también te roban el carrito, no hay seguridad en esos lugares, ¿adónde vamos a parar? Tú y tu esposo (novio o amante) lo buscan como desquiciados por todos los pasillos porque no piensan empezar las compras de cero, pero no hay señales de él, hasta que llegan al área de frutas y verduras, y ahí está, mal estacionado, pero con todas las cosas a salvo… Seguro alguna señora desorientada (o amante de lo ajeno), de ésas que pululan, “se confundió” y tomó lo que no era de ella.

 
 
·         Qué tal la señora que está husmeando lo que llevas, y tú de lejitos le echas un ojo para checar que no se lleve el último paquete de sopa instantánea que había, y que tú hábilmente (o por suerte) ganaste. Es más, hasta saca tus artículos, los mira, lee las etiquetas. Tú te acercas discretamente y te dice: ¡Oh! ¿Es tuyo? ¿En dónde encontraste este producto? ¡Ay, ajá!
 

 
·         Humanos y humanas, aprendan a manejar un carrito de súper, no tiene mucha ciencia… ¡estaciónenlo! Dejarlo a medio pasillo no es la opción. Nuestra humana dice que como manejan en el súper, manejan en la vida real, ¡susto!

·         El mito de los aguacates buenos… Nunca hay aguacates en su punto, o están como para descalabrar a alguien, o aguados como nalgas de San Bernardo. Eso sí, listos para el guacamole.
 
 

·         Cuando llegas a las cajas a pagar, siempre hay que escanear todas para elegir la menos llena. Esto se convierte en una carrera que debes ganar sí o sí. Lo logras, y empiezas a sacar tus cosas del carrito… ¡ratones panteoneros! ¿Por qué a la humana siempre le toca que hagan “el corte” justo cuando ella quiere pagar, le urge ir al baño, le duelen los pies, y está hasta el copete de hacer compras?
 
 
 

·         Otro escenario en la caja. Llegas a pagar, está casi vacía, sólo hay un humano… Síiiii, un humano molesto que quiere pagar la tenencia (o algún otro servicio), y la cajera no sabe cómo hacer ese cobro. ¿Por quéeeeeeeeee?

·         La maldición del pasillo previo a la caja. Todo lo que se encuentra ahí está acomodado estratégicamente para que lo compres aunque no lo necesites. Haz caso omiso, no caigas en la maldición de comprar por comprar. No necesitas un cepillo de dientes miniatura, ni un paquete con 10 cajas de chicles, ni una paleta con ventilador incluido.

·         Seguro han notado que estos establecimientos tienen más de 15 cajas para cobrar, pero, cuenta la leyenda, que quieren desquiciar a los clientes, y sólo abren 7 cajas. Síiii, para que sigas comprando en el pasillo de las cosas inútiles y comida chatarra. Y si vas con hambre, ¡agárrate!

·         Algo que la humana no entiende es  ¿por qué las mujeres van con tacón de plataforma, estilo teibolera, a hacer el súper? Que alguien le explique. Algunas caminan maravillosamente bien, parece que nacieron con tacón alto incluido, pero otras caminan como si ya no aguantaran los juanetes. Humanas, no sean gachas con sus pies, consiéntanlos usando zapato cómodo.
 
 

·         Digan lo que digan, a los humanos les encanta el chisme, y aunque no conozcan el mundo de la farándula, se echan toda la TVNotas mientras esperan en la caja.

·         La caja rápida no hace honor a su nombre, pues está llena de personas con el carrito hasta el tope. Humanos y humanas con discapacidad mental, lean el letrero: máximo 10 productos.

·         La lista del súper siempre miente. Ella dice que necesitas 20 productos, pero acabas comprando 45. Realmente esto es culpa de “la mafia internacional de los supermercados” (nombre que nos acabamos de sacar del bigote); ellos saben cómo hacerte gastar más, acomodan los artículos para que te enamores de ellos aunque no los necesites. Tus movimientos son observados, los productos te hablan al oído… Discretamente te convencerán de llevarte a casa algo que llamó tu atención pero que no estaba en tu lista.

·         Esta mafia de los supermercados tiene una lista de productos que van a caducar, o que les urge vender por alguna razón, así es que los pondrán a la altura de tus ojos, muy cerca de tus manitas. Nuestros humanos tratan de tomar los productos que están más atrás, no tan a la vista y, efectivamente, la fecha de caducidad es diferente.

·         El tamaño del carrito sí importa. Hace algunos años no eran tan grandes, sin embargo, en nuestros días tienen muy buen tamaño para que compres, y compres, y compres. Está comprobado que la mayoría de las personas se sienten más satisfechas cuando logran llenar el carrito, que cuando va medio vacío. La tarjeta de crédito es la que sale corriendo cuando ve el ticket.
 
 

·         Los precios. Los artículos siempre cuestan $8.99, $74.99, $105.99, $2.99. Todo termina en 9, lo que te hace creer que pagarás menos. Humanos ingenuos.

·         Pero no todo es malo. Si olvidaste desayunar, puedes comerte una botanita con las demostradoras de cada pasillo.

Nosotros sólo necesitamos alimento y arena, y uno que otro juguetito.

¡Choca la pata!

Pillo & Moma

lunes, 8 de junio de 2015

Gara-Gatos


En sus ratos libres, la humana se dedica a hacer garabatos, pero ella dice que son gatos. También dibuja y pinta otras cosas, pero su inspiración somos nosotros.

Le gusta trabajar con los colores Prismacolor, pues son suaves y muy fáciles de usar. A nosotros nos parecen divertidos (sin importar la marca), porque cuando los deja sobre la mesa realizamos un ligero movimiento estratégico y casual para dejarlos en el piso. Ella los levanta, y nosotros realizamos el movimiento anterior una vez más, vuelve a recogerlos, y así estamos hasta ver quién se cansa primero.

En ocasiones usa otra técnica. Se pone un delantal, saca su estuche de pinturas de óleo (aceites vegetales que se emplean desde hace muchísimos años, antes de la Edad Media) y se pone en su papel de “Dalí-Picasso-da Vinci”. Luego dibuja a lápiz, y sobre un lienzo, al bigotón en cuestión; después mezcla colores, e inicia con su “arte”. Cuando termina, enjuaga sus pinceles con un líquido apestoso llamado aguarrás, que cambia su estado de ánimo a “hippie- muy feliz- relajada”.

Les dejamos el último GaraGato (óleo) que, por cierto, ya tiene dueña, una mujer muy profesional, amante de los gatos, y maravillosa Cirujana Dentista.




 

¡Choca la pata!


Pillo & Moma

miércoles, 3 de junio de 2015

8 datos sobre las canas, contados por dos gatos


Nuestra humana tiene 4 kilos de cabello y 2 millones de canas, específicamente un mechón blanco estilo Tongolele. No tan exagerado, pero para allá va. Así es esto de la genética, su bisabuela materna (mamá de su abuela) tenía el mismo mechón. En su ADN hay un apartado que dice: esta humana iniciará su vida canosa a partir de los 15 años.
 
 

Nosotros tenemos el pelo blanco y no hacemos drama. Así nos queremos, es nuestro sex- appeal. Pero ella no entiende que con canas o sin ellas, la amamos igual. Sin embargo, le vale un moco de perro, y se lo pinta cuando va a la estética (¡vanidad humana!), y además pide que le quiten volumen, pues tiene más cabello que Amanda Miguel. De hecho, estamos pensando en hacer un concurso con ella, a ver quién tira más cabello/pelo. Creerán que es injusto porque somos dos contra una, pero no, ella lleva las de ganar, pregúntenle a su cepillo. Lo raro es que nunca la hemos visto expulsar bolas de pelo.
 
 

Les dejamos algunos puntos importantes acerca de las canas:
1.       Las primeras que te salgan nacerán como espinas de cactus (chiquitas y paradas), y será complicado esconderlas. No las arranques, volverán a salir. Mejor sé paciente y espera a que crezcan para que no parezcas puercoespín.
2.       Las canas no siempre son un signo de envejecimiento.
3.       Si te arrancas una, no pasa nada (bueno, sí, puedes lastimarte el folículo, lo que provoca que te deje de salir cabello). Falso que te salgan 7 en su lugar.
4.       Un cabello pierde su color por la disminución de la producción de melanina.
5.       El estrés, los nervios y la depresión pueden causar que te salgan canas. Mejor relájate y sé feliz.
6.    Fumar favorece que salgan canas. Una razón más para dejar de hacerlo.
7.       Aunque las canas se vean más gruesas y resistentes, también se caen.
8.       La vitamina B12 puede ser tu aliada en este drama de las canas.
Echar una cana al aire… es otro tema.
¡Choca la pata!
Pillo & Moma
 

 

 

martes, 2 de junio de 2015

Clasificación de personas en un rescate perruno


Ayer, la hermana de la humana iba caminando por la calle después de dejar a su chilpayate en la escuela, cuando se apareció en su camino un can que necesitaba ayuda. Parecía que lo habían atropellado, pues traía una herida muy fea en la pata, y se alcanzaba a ver el hueso. Además, tenía señales de haber sido maltratado y amarrado, en el cuello tenía una laceración.
 

La hermana, quien estaba nerviosa porque era su primer rescate, llamó inmediatamente a nuestra humana para pedirle ayuda. Ella estaba tomando la terapia de rehabilitación en Polanco (el perro estaba en Xochimilco), sin embargo, se movilizó y pidió ayuda por cielo, mar y tierra. Publicó en redes sociales la foto del peludo. Sin exagerar, llamó 10 veces al Centro de Atención al Secretario (ellos toman el reporte y lo pasan a la Brigada de Vigilancia Animal) hasta que por fin logró comunicarse. Cabe mencionar que las personas que dieron seguimiento a este caso fueron muy amables.

Mientras tanto, la hermana acompañaba al perrito que temblaba de frío, y le puso una sábana para taparlo un poco mientras llegaba la ayuda.

Para no hacerles el cuento largo, la hermana estuvo parada en la banqueta durante 3 horas hasta que llegó el apoyo: la Brigada de Vigilancia Animal.  Revisaron al perro y llegaron a la conclusión de que sanaría y sería dado en adopción.  Comentaron que ellos no los duermen, a menos que el animalito no tenga remedio, pero hacen hasta lo imposible por salvarles la vida y buscarles una familia responsable.


Durante todo el proceso se recibieron comentarios de apoyo, ánimo, porras y otros no tan alentadores. Y la humana se dio cuenta de que, en casos de rescate, hay varios tipos de personas. Podemos hacer 3 grupos: los fatalistas, los tibios y los positivos:

Grupo de los fatalistas. Son los que te dicen:
1.       “No hay más que llevarlo al veterinario, si te detuviste y fuiste a ayudarlo, el que debe ayudarlo eres tú... no esperes que nadie más lo haga, pues quizá nadie te apoye. El que rescata, el que tome la foto, el que levante el reporte es el responsable y si alguien posteriormente te echa la mano estará excelente. Pero él necesita TU ayuda”.
 
(Como lo mencionamos en otra publicación, “Juzga y serás juzgado”, “ponte en los zapatos de los demás, recorre su camino”. No sabes si la persona no puede cuidar al perro porque si no llega al trabajo lo corren, o no puede cuidar al perro porque vive en un lugar pequeñito y además está prohibido tener animales; no puede hacerse cargo porque apenas le alcanza para comer; no puede trasladarlo porque no trae carro, además puede lastimar más al animal; no puede llevarlo al veterinario porque gana el salario mínimo. Es decir, no sabemos las razones, lo importante es que se hace lo posible por apoyar. TODA AYUDA CUENTA, Y SI ES EN EQUIPO, QUÉ MEJOR)

 
2.       “Si se lo lleva la brigada, quién sabe si sobreviva. Que lo lleven a un doctor, donde ustedes le digan, ellos no tienen espacio y a veces lo llevan al antirrábico”. “En Brigada Animal debe de haber un responsable, si no, en 72 hrs. lo duermen”.
(¡Caramba! Ayudemos a los demás. Si alguien está intentando rescatar a un animalito, no digamos frases deprimentes y estresantes. Lo que menos necesita el rescatista es más tensión, al contrario, necesita MUCHO ÁNIMO)
3.       No dejen que la Brigada lo lleve a un antirrábico”.
(Si no vas a ayudar, NO DES ÓRDENES)
4.       “Llévalo al veterinario, está muy mal, se puede morir”
(Si no nos dices, no nos damos cuenta… Obvio que necesita ayuda. Obvio que lo que se pretende es llevarlo con un médico. Obvio que tú no tienes ni un grado de sentido común y ganas de ayudar. Mejor sé útil y apoya)
Grupo de los tibios. Son los que dicen:
5.       Yo estoy lejos, pero quedo al pendiente para apoyar
 (Bueno, no juzga, pero tampoco ayuda mucho)
6.       “¡Pobrecito!”
(Con decir eso, el perro no se parará y sanará milagrosamente. Propón algo)
 
7.       “¿Ya lo ayudaron?”
 
(¿Piensas ayudarlo tú?)
 
Grupo de los positivos:
8.       Comparten la foto
(Compartir es ayudar. Es muy probable que así se encuentre al dueño del perro/gato, o que alguien que vive cerca ayude también)
9.       “Yo les apoyo con los gastos”, "Proporciona un número de cuenta para depositarte y apoyarte económicamente".
(Esto es una gran ayuda, de verdad)
10.   “Si quieres atención médica, yo puedo darte aventón”
(Padrísimo. Apoyar con transporte es una ayuda maravillosa)
11.    “Repórtalo a la Brigada de Vigilancia Animal, van por él y lo atienden:  52089898”
(Muy bien, demos datos útiles)
12.   “¡La brigada es lo máximo! Hacen una labor excepcional”.
(Frases como ésta son las que motivan al rescatista, y lo hacen sentir tranquilo”
13.   “Gracias por salvar una vida, Dios las bendiga”. “El mundo sigue vivo gracias a las pocas personas que aún se preocupan por él y todos sus seres vivos, gracias a todos los que ayudaron al perrito”. “¡Qué bueno que llegaron, y vas a ver que lo adoptarán pronto! ¡Tu hermana es un sol por hacerse cargo! Creo que ese peludo tuvo un gran ángel cuidándolo. Que bien por tu hermana y qué gusto que todo haya salido bien”.
(¡Uff!, con esas palabras le haces el día a la persona que puso todo su corazón en el rescate)
Humanos, recuerden que cada vida vale, tengas 2 ó 4 patas, si eres peludo o lampiño, si eres blanco, café, negro o morado, si eres pequeñito o un gigantón, si eres panzón o flaco.

Si ves a un animalito que te necesita, no voltees la mirada, la vida te puso en ese lugar para ayudar. No estarás solo, SIEMPRE habrá alguien que te apoye y saque contigo el caso adelante.

 
 
La raza humana se multiplica cada milésima de segundo, esto quiere decir que hay muchos como tú queriendo ayudar a los que no tienen voz. 

De no ser por la humana que me sacó de una bolsa de basura, yo (Pillo) no estaría escribiendo este blog.
Publicación dedicada a Mónica Barrios. Gracias por no ser indiferente, por no voltear la cara, por no pensar que alguien más podía ayudarlo. Gracias por mostrar tu lado más humano. Gracias por salvarle la vida a un ser hermoso que vivirá feliz y te llevará en su corazón siempre.
 
¡Choca la pata!
Pillo & Moma