1.
Juzga y serás juzgado. Si deseas entender a los
demás, intenta imaginar por qué actúan de determinada manera. Cada ser humano
carga una historia, y no debes juzgar si no la has vivido. Como dicen ustedes: “ponte
en sus zapatos, recorre su camino”.
2.
El ser humano anhela profundamente ser querido,
sentirse importante. Si destacas las cosas buenas de las personas, reforzarás
sus cualidades y minimizarás sus defectos. Cuando elogias sinceramente a
alguien, su vida puede dar un giro positivo. ¡Inténtalo!
3.
Muestra interés por los demás. Saluda con gusto.
Sonríe honestamente. Este consejo no lo damos nosotros, lo hacen los perros. Si
los humanos saludaran como los hacen ellos, tendrían un mundo más feliz.
4.
¿Has pensado cuál es tu palabra favorita en el
mundo? Es muy probable que tu nombre lo sea (ves, quieren ser el centro de atención. Simplemente fíjate qué es lo primero que escribes cuando pruebas que una pluma pinte).
Esto quiere decir que cuando recuerdas el nombre de las personas, su
actitud hacia ti será más positiva que si lo olvidas o se los cambias. Es como
una palabra mágica. Una palabra que te puede abrir las puertas, como lo hacen
“por favor” y “gracias”.
5.
Los humanos son egocéntricos, creen que sólo
existen ellos. No seas “yoyo”. Evita hablar sólo de ti. Cuando platiques con
otro humanito, pon atención a lo que dice, no te distraigas, deja a un lado lo
que estás haciendo, concéntrate en la persona que está enfrente de ti, pues es
igual de importante que tú, y merece ser escuchada.
6.
No pongas en evidencia a las personas. Nada
ganas humillando a otro ser humano. Si sabes que alguien cometió un error, deja
que se dé cuenta, no lo balconees. Si tú te equivocas, acéptalo.
7.
Si prometes algo, cúmplelo, de lo contrario
perderás credibilidad.
8.
Si hablas mal de alguien, estás diciendo más de
ti que de esa persona.
9.
No hagas dramas, no eres el o la única en este
universo. Arregla tu problema y ¡a otra cosa, mariposa!
10.
Ustedes los humanos crean cuentos de terror,
telenovelas dramáticas y películas de suspenso en ese cerebrito loco que
tienen, piensan que el mundo se les viene encima, y no se dan cuenta de que su
imaginación les está haciendo una mala jugada. Controlen su mente y controlarán
sus miedos. El mundo no… ¡ése lo controlamos nosotros!
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