La humana tiene una muy buena amiga (Bea Tovar) con la que comparte el gusto por
nosotros, los hermosos felinos. Esta humanita asistió a la Expo Vive Gatito, y nos contó su experiencia. La narra tan bien, que hasta ganas nos dieron de asistir el próximo año.
La compartimos con ustedes (con su autorización):
Expo Vive Gatito tuvo su cuarta
edición en el World Trade Center Ciudad de México, el pasado 14 de junio de
2015, he de confesar que asistí por primera vez, así que acudí con la gran
emoción típica de toda madre gatuna. Lamenté que la mamá humana de Pillo &
Moma no pudiera ir, así que como les prometí, les relataré qué tal me fue.
Al
llegar quedé impresionada al encontrarme desde los alrededores del WTC a tanta
gente, con orejas de gato, en especial mujeres jóvenes, claro, eran diademas de
diferentes materiales con la singular característica felina (muchas adquiridas
dentro de la expo), en ese momento comprendí que el furor gatuno apenas
comenzaba.
Ya
en la sala, daba la bienvenida una muestra artística tanto de fotografías como
lienzos capturando al animal al que le hacíamos honor, estos marcos estaban a
la venta con precios accesibles, frente a ellos, un stand de diversas casas de
adopción tanto para gatos como perros; incluso podías elegir de entre alguno de
los albergues a algún animalito esperando encontrar un hogar.
Lo
que más me impresionó fue que la mayor parte de los stands iban dirigidos a los
humanos amantes de los felinos, en algunos hasta para los “gatunomaniacos”:
ropa de vestir, para dormir y hasta interior, todo tipo de calzado, joyería,
accesorios, papelería, todo tipo de artículos decorativos para cualquier parte
de un hogar ¡hasta la cocina y el baño!; cualquier cosa que pudiera tener la
imagen o la figura gatuna estaba a la venta con precios varios, eso sí, todos
de mucha calidad y la mayoría de manufactura mexicana. Obvio, quise comprar
toda la mercancía, pero mi objetivo era encontrar algo para mis gatitas; por
esto, me resultó un poco decepcionante la poca versatilidad de artículos para
los reyes de la expo: los gatos, muchos productos los había visto en
veterinarias, tiendas para mascotas y hasta en supermercados con precios
similares; los de reconocimiento, fueron los que estaban elaborados a mano, desde
lo típico y hasta muebles como camas y sofás al tamaño de la amada mascota,
llamaban principalmente la atención, los famosos “rascadores” algunos de gran
tamaño, con materiales diversos, pinturas no tóxicas y figuras extraordinarias;
varios ofrecían al consumidor el elaborar su propia idea de rascador, con
costos sumamente económicos.
Al
centro de la expo, el patrocinador del evento “Royal Canin”, quienes no sólo
vendían producto con “descuento de expo” (otorgado también por muchos de los
stands), sino que también brindaban asesoría nutricional y explicaban
lúdicamente el “feng shui” de los aditamentos felinos.
Finalmente,
dos áreas con sillas: la suculenta zona de alimentos (para humanos) y la sala
de conferencias, que impartían temas enfocados al cuidado de la mascota; sólo
tuve oportunidad de escuchar una completa: “Tabaquismo y Felinos”, impartida
por el veterinario Raúl Ocadiz, quien logró aterrar a los fumadores presentes
(como yo) con los daños que ocasionamos a nuestros gatitos al fumar dentro de
casa… o fuera de ella, ya que al quedarse impregnadas las sustancias tóxicas
del tabaco (¿cuál no lo es?) en muebles, ropa y piel, al restregarse en estas
telas o al acariciarlo, se adhieren a su pelaje y cuando se acicalan las
ingieren, y si de por sí los gatos son susceptibles a enfermedades renales,
digestivas y al cáncer, ¡se potencializan!. Decidido, en palabras del doctor:
“hay que lavarse las manos, no por acariciar al gato, sino porque vamos a
acariciar al gato… o mejor ¡dejamos de fumar!”.
En
cuanto a la gente congregante había de todo, desde las familias con niños
pequeños, a quienes se podía entretener con un mural en el que podían pintar
algo sobre los felinos o dejarlos jugar dentro de un laberinto a su tamaño para
sentirse un gatito juguetón, como jóvenes, adultos y… ¡gatos!, algunos de razas
extraordinarias como Persas (los de carita chatita), hasta unos pequeñuelos ¡de
sólo 3 semanas de edad!, quienes robaron suspiros y corazones a quienes los
veían pasar en manos de sus dueñas.
Así
concluyó mi primera experiencia, fue muy agradable, después de unas horas y muy
cansada, salí satisfecha de la expo, no sin antes brindar un donativo y con
unos juguetes hechos a mano para mis gatitas que me esperaban ansiosas en casa.
Gracias humana Bety. Ojalá podamos ir el siguiente año.
¡Choca la pata!
Pillo & Moma